El cliente es el centro de toda nuestra labor. El centro de cuanto un comercial puede aspirar. El centro, en suma, de nuestro éxito o fracaso.
Nuestra capacidad para detectar y satisfacer sus necesidades, es la mejor brújula para guiar nuestro negocio a buen puerto.
El cliente es quién marca el presente y el futuro de nuestro trabajo, atenderle, comprender sus inquietudes y encontrar las soluciones adecuadas, es la principal tarea, la más importante , La tarea por excelencia de todo comercial que se precie.
Una nueva etapa en la que el mundo no se mueve sólo por dinero sino por la actitud y el talento de las personas, está cuajando muy profundamente en todas las relaciones comerciales. Si cuidamos nuestra faceta personal, si nos interesamos por el qué, el quién y el cómo sientes los clientes, nuestro trabajo, además de ser más satisfactorio anímicamente, también nos proporcionará beneficios muy superiores a los que hasta ahora podemos aspirar siendo simplemente un vendedor más que pasa por allí a visitar y ofrecer unos productos que, al fin y al cabo, se parecen a los otros.
Nosotros marcamos la diferencia y cuando lo hacemos correctamente, la respuesta es la satisfacción plena del cliente y de nuestro bolsillo.
Que tengáis una excelente semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario