Cuando no sepas qué contestar a un cliente, antes de hacerlo ponte en su lugar.
Es la manera más sencilla de actuar si quieres acertar y ganarte su respeto y confianza.
Si respondes desde tu perspectiva, probablemente ésta llevará añadida tu carga emocional, tus intereses y tu manera de interpretar los deseos del cliente, pero si te basas en sus palabras exactas, las que haya pronunciado y te preguntas qué es lo que realmente quiere saber, cual es su deseo y para qué te ha preguntado, sin duda responderás de la manera que más claridad aporte al cliente y él te lo agradecerá de la mejor manera que saben hacerlo: confiando en ti.
Feliz fin de semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario